La ruta de los reciclables en la Ciudad

Por Florencia Carballo

Cada vez somos más los que separamos los reciclables de la basura en nuestros hogares pero ¿qué pasa luego? Muchos porteños se preguntan ¿Adónde llevo los reciclables? ¿Por qué sacaron la campana verde de mi cuadra?  Informar sobre la gestión de los reciclables es vital para fomentar la separación en origen.

La Ciudad de Buenos Aires, como toda gran urbe, genera una enorme cantidad de residuos. De las 8.000 toneladas que se gestionan por día es posible recuperar más de la mitad si la separamos correctamente. Ahora bien, que un envase sea reciclable no significa necesariamente que vaya a ser reciclado: para que esto suceda deben funcionar bien todos los eslabones de la cadena, desde la correcta separación en origen hasta la transformación del material y su reinserción en el mercado. 

El papel de los vecinos es clave para que este circuito se inicie con una correcta separación entre reciclables y basura. Muchos porteños todavía desconocen como es el proceso de reciclado o que es lo que ocurre luego de disponer los materiales en los contenedores. Es por ello que resulta fundamental entender que la basura que tiramos en el contenedor negro y los reciclables que depositamos en el contenedor verde siguen caminos diferentes.

¿Qué separo y dónde lo dispongo?

Los reciclables que podemos separar del resto de los residuos son: papeles, cartones, vidrios, plásticos y metales. Con una mínima organización en nuestros hogares esto es posible. Se pueden utilizar dos cestos o un cesto para la basura y agregar una ecobolsa, una caja u otro recipiente reciclable en el que podamos ir guardando los materiales que separamos. Es importante que se encuentren limpios y secos para garantizar que estos residuos sean revalorizados. 

Una vez que realizamos la separación de la fracción reciclable, la Ciudad ofrece distintas alternativas para disponerlos de manera diferenciada: los contenedores o campanas verdes, los puntos verdes y la entrega en mano a los Recuperadores Urbanos. Depende del lugar donde vivas, tendrás a disposición una de estas modalidades.  

Cuando se trata de edificios con encargado, los administradores tienen la obligación de organizar la separación en origen dentro del inmueble que administran. Deben ubicar cestos diferenciados para que los vecinos dispongan allí sus residuos. A su vez, el encargado es responsable de la recolección interna y la disposición de los reciclables en los contenedores verdes o a través de los Recuperadores Urbanos, según corresponda.

Los Recuperadores Urbanos actúan en barrios con alta densidad poblacional o mucha generación de residuos, donde se coordina con ellos la entrega en mano del material. Los contenedores verdes, por su parte, están dispuestos en el resto de la ciudad, especialmente en barrios de viviendas bajas y pequeños comercios. Finalmente, se encuentran los puntos verdes que actúan como método complementario a los otros dos y focalizados en residuos con tratamiento especial como el aceite vegetal usado, las pilas o los residuos eléctricos y electrónicos.   

En algunos barrios los vecinos comenzaron a notar la ausencia de campanas verdes y se preguntan, ¿qué pasó con la campana que tenía en la cuadra y ahora ya no está más? y es que la Ciudad empezó a reorganizar el sistema de recolección buscando alcanzar una mayor optimización del servicio.

El gobierno porteño informó que está instalando contenedores verdes en el 100% de los barrios, de manera que los vecinos tengan un método de captación a menos de 150 metros de sus casas. Mantener una comunicación efectiva es elemental para lograr mayor participación de los porteños en la gestión de los residuos.

Lo que ocurre después

Luego de disponer correctamente los residuos reciclables, el siguiente eslabón de la cadena es la recolección. En la mayoría de los casos, se realiza una vez por semana y en algunos lugares de dos a tres veces semanales. En las zonas donde la recepción de los reciclables queda a cargo de los recuperadores, ellos coordinan con los encargados y la modalidad se conoce como puerta a puerta.

El trabajo no termina con la recolección de los reciclables, por el contrario, todavía queda mucho por hacer, y el rol de los Recuperadores Urbanos es fundamental. Todo el material recolectado es trasladado a los Centros Verdes, un espacio donde los Recuperadores Urbanos formalizados en Cooperativas se encargan de clasificar el material y prepararlo para su posterior venta. De esta manera, toneladas de residuos que de no separarse terminarían acumulados sin posibilidad de tratamiento, reingresan al circuito productivo utilizándose nuevamente.

Un vecino que separa en su hogar y dispone correctamente los residuos consolida su compromiso con el cuidado del ambiente, permite darle nueva utilidad a ese residuo y, además, colabora con la inclusión social de muchos recuperadores que trabajan en este circuito. El rol de cada actor es clave, desde el consumidor hasta quienes tienen que canalizar los esfuerzos para transicionar desde una cultura de descarte hacia una de consumo responsable y reflexión.

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